Sabemos hace tiempo que las marcas están vivas, comunican en un tiempo y forma determinados. Suena lógico pensar que las necesidades de las nuevas tecnologí­as exijan nuevas soluciones a las identidades gráficas de nuestras marcas.

Las identidades lejos de ser una fotografí­a detenida en el tiempo, son pelí­culas en movimiento que se modifican y evolucionan constantemente. El desafí­o: adaptarse a la complejidad de su entorno. Al igual que en la evolución el que mejor se adapta prolifera y el que no se extingue.

Primero comenzaron a aparecer nuevos partidos gráficos (universos visuales) adaptados para la nueva realidad digital. Conexiones estables trajeron múltiples pantallas, las marcas comenzaron a ser más flexibles y dinámicas para adaptarse a todos estos canales de comunicación. En estos canales las identidades marcarias comenzaron a fluir como el agua, mutando con nuevas formas y significados.

En este contexto para competir o potenciarse se debe replantear la identidad con esta nueva tendencia en Branding. Así­ aparece la palabra Responsive, que apunta a la sensibilidad que poseen estas nuevas marcas para adaptarse a todos los nuevos múltiples formatos sin perder su significado e identidad.

Conceptualmente esta tendencia desempolva un viejo precepto: la ingenierí­a comunicacional de la marca es sintetizadora. ¿Cuál es la mí­nima expresión de tal o cual marca sin perder la identidad? Para eso es fundamental contar con un signo complejo (no complicado) que nos permita su sintetización (no su simplificación). ¿Qué elemento hace reconocible nuestra marca? ¿Qué elementos son capaces de comunicar el significado completo? ¿Qué elemento nos identifica?

Como ejemplo ponemos el estudio realizado por Joe Harrison, donde queda más que claro que el uso de diferentes dispositivos con tamaños de pantalla variables crea la necesidad de diseñar logos que se adapten a su contexto. Las grandes marcas como Coca-Cola, Levi’s, Nike o Disney ya aplican esta tendencia. Marcas que en su expresión completa tienen muchos elementos y que poco a poco se van sintetizando o eliminando hasta llegar a expresiones mí­nimas pero igualmente reconocibles.
Nuestra realidad actual ya es digital, multipantalla e hiperconectada. Sabemos que el proceso de digitalización de nuestra realidad está en pleno auge y muy lejos de su apogeo. Por esto estamos convencidos de que las Marcas Responsive ya no es una tendencia, son un default para cualquier marca que quiera proyectarse en el tiempo.

Otra acepción de la palabra Responsive que conceptualmente nos gusta es «que reacciona con entusiasmo». Sin dudas en un contexto tan dinámico las Marcas que respondan a estos conceptos serán las que mejor se posicionen.